Nathalie Jacob, una joven madre colombiana, es una sobreviviente de un tumor cerebral intraventricular que lo descubrió cuando accidentalmente se cayó durante una práctica de esquí que realizaba en Canadá con un grupo de amigos.
Jacob, que reside en Estados Unidos, acudió al especialista luego de una tomografía de revisión por la caída que no había causado ningún daño pero que sirvió para detectar la presencia de una masa extraña en su cerebro. Sometida a una cirugía que duró dos horas y que, según el médico neurocirujano, no generaba mayor preocupación.
La paciente, que se había destacado en sus actividades profesionales, despertó “sin poder leer, sumar o escribir, hacer simples operaciones aritméticas o identificar su mano derecha de la izquierda”. La cirugía provocó el síndrome de Gerstmann, un cuadro clínico que sucede tras una lesión de los lóbulos parietales.
Nathalie Jacob, Sobrevicinte de tumor cerebral. Actualmente motivadora a pacientes qeu atraviesan por problemas similares
Según ha comentado en las diversas entrevistas o conferencias en las que cuenta su historia, su vida cambió radicalmente porque su cerebro “había cambiado totalmente”, pero lejos de agobiarse por esta difícil afección, asumió una actitud positiva, decidió salir adelante, escribió el libro 8: redescubriendo la vida después de un tumor cerebral. La razón del título porque todas sus visualizaciones de números las identificaba como el número 8
Si bien la historia de la Nathalie se convirtió en una historia inspiradora, las consecuencias de un tumor cerebral casi nunca tienen un final alentador y por el contrario los daños que provoca son determinantes para la calidad de vida de un paciente y su entorno familiar.
El 8 de junio se conmemora el Día Internacional de los Tumores Cerebrales, con la finalidad de sensibilizar y concienciar a la población acerca de las causas, riesgos y tratamiento de los tumores cerebrales, así como brindar solidaridad a los pacientes y sus familiares.
Un tumor cerebral, según lo describe la Clínica Mayo, es una masa o un crecimiento de células anormales en el cerebro que pueden originarse en el cerebro, en tejidos cercanos como las meninges, en los nervios craneales, la hipófisis o la glándula pineal.
Anualmente, se diagnostican 7,5 casos de tumores cerebrales primarios por cada 100.000 personas en todo el mundo y el 2% es en adultos. Este tipo de diagnósticos es de los más graves debido a su locación, ya que el cerebro es una de las zonas más delicadas de nuestro organismo y es un lugar de difícil acceso para tratamiento que muchas veces puede dejar secuelas importantes.
Existen muchos tipos diferentes de tumores cerebrales. Algunos tumores cerebrales son no cancerosos (benignos) y otros, cancerosos (malignos). Los tumores cerebrales pueden comenzar a aparecer en el cerebro (tumores cerebrales primarios), o el cáncer puede comenzar en otras partes del cuerpo y diseminarse al cerebro (tumores cerebrales secundarios o metastásicos).
La rapidez con la que crece un tumor cerebral varía mucho. Tanto el índice de crecimiento como la ubicación del tumor cerebral determinan cómo afectará la función del sistema nervioso.
Según los datos de boletín de la Universidad Nacional Autónoma de México, se diagnostican en el mundo alrededor de 300 mil nuevos casos de tumores cerebrales en el mundo. En el Ecuador no existen datos recientes de fuentes oficiales.
El Dr. Estenio Pinargote, neurólogo ecuatoriano, enfatiza que es muy importante tener en cuenta que los síntomas son variables y que siempre se asocian dos o más de los siguientes: convulsiones, dolor de cabeza, trastornos del equilibrio, trastornos de movilidad en alguno de los nervios craneales, trastornos de la sensibilidad. Estos son los más comunes pero pueden tener una serie de diferencias entre uno y otro paciente.
Causas
No existen causas específicas para el desarrollo de un tumor cerebral pero los principales factores de riesgo son la exposición a la radiación ionizante o antecedentes familiares o de síndromes genéticos
Jennyfer García, bióloga e investigadora docente de la Universidad Tecnológica Equinoccial, UTE, desarrolló la primera investigación sobre cáncer de cerebro en el país y descubrió que una familia que había reportado numerosos tipos de cáncer en su círculo tenía una mutación en el gen TP53. Esto generaba cáncer hereditario con un 50% de probabilidad de enviarla a la siguiente generación, es decir, sus hijos. García señala que es importante realizar análisis genéticos porque a veces se pueden descubrir mutaciones o tendencias a desarrollar ciertas enfermedades, como se observa en su investigación publicada por la UTE
Metástasis
Los tumores cerebrales secundarios (metastásicos) son tumores que ocurren a raíz de un cáncer que se manifiesta en un principio en otra parte del cuerpo y luego se esparce (hace metástasis) al cerebro.
Se manifiestan con mayor frecuencia en personas que tienen antecedentes de cáncer. Sin embargo, en casos poco frecuentes, un tumor cerebral metastásico puede ser el primer signo de un cáncer que se inició en otra parte del cuerpo como mama, colon, riñón, pulmón, etc.
Síntomas
En caso de presentar alguno de estos síntomas, se recomienda una evaluación diagnóstica por parte de un médico especialista (neurólogo)
- Dolores de cabeza, con mayor frecuencia en horas de la mañana.
- Vómitos y nauseas.
- Dificultades de memoria y de concentración.
- Pérdida de equilibrio al caminar.
- Cambios leves o notorios al hablar, ver o escuchar.
- Debilidad general y somnolencia.
- Modificaciones en el estado de ánimo y conducta.
Con la colaboración de Alejandra Larrea