En la celebración navideña y en las fiestas para despedir el nuevo año, los festines familiares o entre amigos se traducen en la ingesta de altas cantidades de grasas, calorías y alcohol, lo que puede alterar la salud, especialmente en pacientes con enfermedades preexistentes como diabetes, hipertensión o trastornos estomacales, entre otras dolencias.
El portal de noticias de salud https://saludyvida.tips recoge los criterios especializados de la nutriólogo del Hospital Houston Methodist, Kylie Arrindell, quien advierte que “comer en exceso lo podemos definir como el acto de comer más allá de lo necesario para nutrirse”, ya sea de manera intencional o no, y que los síntomas a corto plazo están relacionados con el malestar estomacal, “pero hay consecuencias a largo plazo que pueden afectar muy negativamente la salud”.
¿Cuáles son los signos de comer en exceso?
Esta pregunta parecería bastante fácil de responder, ¿tal vez contando calorías?
Pero la especialista en nutrición advierte que no es así de sencillo.
“La cantidad de calorías que se ingiere en cada comida, depende de cada individuo”, explica Arrindell. “Las personas tienen diferentes condiciones, objetivos de salud y necesidades. Por ello, puede ser complicado determinar una ingestión óptima de calorías por ti mismo. Además, contar calorías no siempre es lo más adecuado”.
Las calorías no son un gran indicador de una alimentación consciente. Éstas ya no representan la gran referencia como lo fueron en el pasado, ya que no se puede medir la saciedad ni la calidad de los alimentos con tan solo contar calorías.
Comer de manera consciente y detenerse al sentirse satisfecho, son dos factores claves para entender cuándo es que ocurre el comer en exceso. Dicho esto, los signos reales de comer en exceso incluyen:
• Comer más allá del punto de cuando uno se siente lleno
• Encontrarte comiendo, sin pensar, solo porque estás aburrido o distraído
• Experimentar síntomas físicos después de comer, incluyendo náuseas, malestar abdominal, gases, acidez, hinchazón o reflujo.
Comer, más allá de alimentarnos
“Ya tenemos más claros los signos y síntomas a corto plazo de comer en exceso, pero también hay indicadores a largo plazo, como por ejemplo, el aumento de peso no deseado, la dificultad para perder peso y el malestar digestivo prolongado”, agrega Arrindell.
Afortunadamente, estas señales son particularmente notorias y pueden ser poderosos recordatorios que nos impulsen a actuar. Pero Arrindell apunta que también hay impactos perjudiciales para la salud que puedes no percibir por ti mismo, pero que no podrán esconderse al realizar un análisis de sangre.
“En el transcurso de semanas, meses o años, comer en exceso puede afectar tu colesterol y podría afectar el control del azúcar en la sangre, lo que podría ponerte en riesgo de desarrollar diabetes tipo 2 y enfermedades cardiovasculares”, advierte Arrindell.
¿Por qué comemos en exceso?
A veces, comer en exceso solo ocurre en ocasiones especiales como las fiestas decembrinas en las que tienes acceso a más alimentos de lo habitual.
Otras veces, comer en exceso se convierte en un hábito indulgente, pero poco saludable que se refuerza una y otra vez. Las 10 recomendaciones anteriores, con el tiempo, pueden ayudar a romper este mal hábito.
Sin embargo, en algunos casos, podría haber una razón más complicada por la que estás comiendo en exceso.
“Cuando esto sucede habitualmente, debemos indagar el por qué te excedes más a menudo”, explica Arrindell. “Puede haber alguna razón subyacente detrás de ese hábito”.
Por ejemplo, podrías estar usando una solución alimenticia ficticia para combatir un problema emocional, a veces denominada alimentación emocional. Reconocer este comportamiento y procesar mejor tus emociones son pasos importantes en tu viaje para reducir comer en exceso.
“Si te encuentras comiendo en exceso con gran frecuencia, habla con tu nutrióloga, médico y psicólogo y seguramente encontrarán juntos una solución específica para tu caso”, finaliza la nutrióloga Arrindell.