Por: Dr. Elías Morán González. Gastroenterólogo, hepatólogo, endoscopista.Médico paraguayo. @dreliasmoran
Cuando piensas que tienes un infarto, pero se trataba de una enfermedad por reflujo gastroesofágico (ERGE).
Muchos pacientes con enfermedad por reflujo pueden experimentar a veces dolor de pecho tipo quemazón, opresión con o sin sensación de regurgitación de alimentos o sabor ácido amargo a la boca.
Ocurre que cuando los ácidos estomacales refluyen hacia el esófago, producen síntomas indistinguibles de la angina de pecho o infarto. Esto se debe, principalmente, a que los nervios que reciben información están muy cerca uno con el otro, entonces se pueden confundir.
Lo primero, y más importante, es descartar que el dolor de pecho sea algo cardíaco. Es decir, en el momento del dolor, ir a la urgencia para que le hagan un electrocardiograma y un análisis de sangre para dosar (medir la cantidad de ciertos componentes o sustancias, especialmente en la sangre), por ejemplo, la troponina I.
A veces, si en ese momento no se objetiva infarto o algún daño al corazón, podría uno hacerse otras pruebas de esfuerzo al corazón que puedan finalmente determinar la causa del síntoma principal: dolor de pecho.
Una vez de descartada la causa cardíaca del dolor, debe estudiarse otras posiblidades, pulmonares, litiasis vesicular, entre otras. Pero una de las más frecuentes puede ser el reflujo gastroesofágico y debe consultarse con un gastroenterólogo.
No es una buena práctica pensar que todo puede deberse al reflujo ácido. Esto último finalmente recién se debe sospechar descartado lo anterior y pensar en casos de pacientes con obesidad, hernia hiatal y que mejora con la ingesta de omeprazol o derivados.
El mensaje final es: ¿dolor de pecho?, primero descartar problema cardiaco y luego pensar en reflujo gastroesofágico