La viruela del mono, también conocida como viruela símica es una zoonosis vírica, es decir que es una enfermedad provocada por un virus y es transmitido de los animales a las personas. Produce síntomas parecidos a la viruela del pasado y al momento se ha convertido en uno de los virus más importantes para la salud pública.

Esta enfermedad aparece por primera vez en seres humano en África y la mayoría de casos denunciados son en el mismo continente. Se cree que el aumento de la incidencia de esta enfermedad es consecuencia del cese de la vacunación contra la viruela en el año 1980, cuando se consideró que la misma estaba erradicada.

Ecuador acaba de confirmar, este miércoles 6 de julio, el primer caso de viruela del mono en una persona de 30 años, habitante de la provincia del Guayas

Los casos de viruela del mono han aumentado porque las personas están invadiendo cada vez más los hábitats de los animales portadores del virus.  En los últimos años había llamado la atención por el incremento de casos y la aparición creciente de la enfermedad en países no endémicos, pero la presentación de múltiples casos en un breve periodo de tiempo en el 2022 resulta un evento extraordinario.

TRANSMISIÓN

La transmisión de animales a humanos, es decir la zoonosis se produce por contacto directo con la sangre, líquidos corporales o lesiones de la piel y mucosas de los animales que se encuentran infectados.  No se conoce con exactitud el reservorio natural de la viruela símica, pero se han hallado indicios de infección por el virus en ardillas, ratas y diferentes especies de simios. Así mismo se considera el consumo de carne de los animales infectados un factor de riesgo alto para contraer la enfermedad.

Según datos recientes aportados por el director de la Organización Mundial de la Salud (OMS), Tedros Adhanom Ghebreyesus, la viruela del mono se ha reportado hasta el momento en 58 naciones.

Esta patología puede transmitirse de persona a persona cuando una persona no infectada está en contacto cercano con una persona enferma y que presente síntomas en ese momento, el contagio se puede dar a través del contacto directo con las erupciones de la piel, particularmente las costras de las lesiones, los fluidos corporales tales como la saliva, pus, sangre, y por contacto con objetos que han sido manipulados por la persona infectada, tales como la ropa, toallas, utensilios para comer etc.

Se considera un mayor riesgo de contagio para las personas que mantienen contacto estrecho con la persona enferma ya que la transmisión por gotículas respiratorias suele requerir un contacto cara a cara prolongado. Sin embargo, la cadena de transmisión documentada más larga en una comunidad, ha aumentado en los últimos años de seis a nueve infecciones sucesivas de persona a persona.

De igual manera, la transmisión se puede dar de una mujer embarazada al feto a través de la placenta, lo que puede generar casos de viruela símica congénita. 

Si bien el contacto físico estrecho es un factor de riesgo bien conocido para la transmisión, no está claro en este momento si esta enfermedad puede transmitirse específicamente por vía sexual y si las personas asintomáticas pueden transmitir la enfermedad, para lo que se están desarrollando estudios con el fin de comprender mejor este riesgo.

SIGNOS Y SÍNTOMAS

Se ha determinado que esta enfermedad sigue un patrón en su evolución clínica, la misma tiene un periodo de incubación aproximada de 6 a 13 días y se ha demostrado que el mismo puede variar entre 5 a 21 días, así mismo se cree que hay infecciones asintomáticas, aunque hasta al momento no se ha logrado demostrar en que magnitud.

Posterior al periodo de incubación está el periodo de invasión, el cual dura entre 0 a 5 días, y se caracteriza por presentar fiebre, cefalea intensa, inflamación de los ganglios linfáticos, dolor lumbar, dolores musculares y falta de energía.

El periodo exantemático de la enfermedad suele comenzar 1 a 3 días después de la aparición de la fiebre, las lesiones inician planas y pueden evolucionar a lesiones elevadas llenas de líquido claro y amarillento que posteriormente formaran costras que se secan y se caen, en algunos casos graves las lesiones pueden unirse y hacer que se desprenda grandes secciones de piel.  Las zonas más afectadas son el rostro en el 95% de los casos, las palmas y plantas de los pies en el 75% de los casos, y también se han visto afectadas mucosas orales, genitales y conjuntivas.

La viruela del mono es una enfermedad auto limitada, lo que quiere decir que dura de 2 a 4 semanas, posterior a lo cual desaparecerá progresivamente sin necesidad de tratamiento, los casos graves se producen con mayor frecuencia en niños, y depende del grado de exposición al virus, el estado de salud del paciente y la naturaleza de las complicaciones, las cuales pueden ir desde infecciones secundarias de piel, bronconeumonía, sepsis, encefalitis e infección de la córnea.  Sin embargo, la tasa de mortalidad de la viruela símica ha oscilado entre el 0% y el 11% en la población general, y ha sido mayor entre los niños pequeños.  Recientemente, la tasa de letalidad ha sido de alrededor del 3%-6% pero esto depende de la gravedad que la persona enferma pueda presentar.

DIAGNÓSTICO

Es importante tomar en cuenta que durante el diagnóstico se debe hacer diferenciar la viruela del mono de otras enfermedades exantemáticas como son la viruela, el sarampión, varicela, y de otras enfermedades como infecciones de la piel, sarna, sífilis o alergias medicamentosas, lo que se puede lograr gracias a las linfadenopatías que caracterizan esta enfermedad y que son menos frecuentes en otras patologías.

En la región latinoamericana, Argentina, Brasil, Colombia, Chile, Perú y Venezuela han presentado casos de viruela del mono.

El diagnóstico de la viruela del mono, se debe hacer por las manifestaciones clínicas que presenta el paciente, además de una anamnesis completa, y exámenes de laboratorio que en este caso será la reacción en cadena de polimerasa (PCR), para lo cual el médico deberá tomar una muestra adecuada y suficiente idealmente de las lesiones cutáneas.   A menudo las PCR realizadas a partir de muestras sanguíneas no son concluyentes, así mismo la detección de antígenos y anticuerpos no proporcionan confirmación especifica de la viruela símica, por lo tanto, no se recomienda el uso de métodos serológicos ni de detección de antígenos para el diagnóstico o la investigación de casos cuando los recursos son escasos.

TRATAMIENTO

No existe un tratamiento comprobado y seguro para infección por el virus de la viruela del mono, por lo que el tratamiento de apoyo se centra en prevenir complicaciones que pueden llegar a ser potencialmente mortales y secuelas importantes a largo plazo, se debe ofrecer líquidos abundantes y mantener una nutrición adecuada durante la enfermedad.

En 2022, a raíz del análisis de datos obtenidos en estudios en animales y humanos, la Agencia Europea de Medicamentos (EMA) autorizó el uso para la viruela símica de un antivírico denominado tecovirimat el cual se había desarrollado para la viruela en el pasado, sin embargo, este fármaco no se encuentra ampliamente disponible.  Otros fármacos que se pueden utilizar son analgésicos y antinflamatorios para mantener un control adecuado de los síntomas durante la infección.

Es importante recordar que la viruela del mono es una enfermedad auto limitada lo que significa que desaparecerá en aproximadamente 2 a 4 semanas sin necesidad de tratamiento.

PREVENCIÓN

La vacunación, que es la principal forma de prevención de una enfermedad, para la viruela dejó de ser obligatoria a partir de que esta enfermedad fue erradicada en 1980, Hay varias vacunas disponibles para la prevención de la viruela que también brindan cierta protección. Recientemente, se desarrolló una vacuna para la viruela que fue aprobada en 2019 para su uso en la prevención de la viruela del mono y aún no está ampliamente disponible. La OMS está trabajando con el productor de la vacuna para mejorar su acceso. Las personas que han sido vacunadas contra la viruela en el pasado también tendrán cierta protección.

Es importante que para prevenir esta enfermedad tomemos en cuenta las medidas de bioseguridad recomendadas como son, el uso de mascarilla, el lavado de manos, y evitar la exposición con personas probablemente contagiadas, así mismo es importante acudir al médico si presenta algún síntoma, lo antes posible para poder determinar un diagnóstico oportuno ya adecuado y así prevenir complicaciones y secuelas de esta enfermedad.

BIBLIOGRAFÍA
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