Cortarse, quemarse, perforarse la piel, darse golpes o insertarse objetos, son las formas más frecuentes de autolesión con la que lagunas personas intentan enfrentar su dolor emocional, la frustración o la ira intensa que, si bien no conllevan la intencionalidad del suicidio, las autolesiones podrían provocar graves daños físicos e inclusive la muerte.
El 1 de marzo se celebra el Día Mundial de la Concienciación sobre la Autolesión, fue creado para expandir la conciencia y la comprensión de la autolesión como un apoyo a las personas y familias que están sufriendo este tipo de conductas.
Conocida también como el síndrome de Cutting, la autolesión se realiza con el fin de alterar un estado de ánimo, terminar con un estado de confusión emocional o aliviar una situación que implique estrés infligiéndose un daño físico en el cuerpo. Se produce como un intento para controlar o reducir la angustia o la ansiedad y buscar una sensación de alivio. Puede también ser una forma de distraer sus emociones dolorosas a través del dolor físico o exponer sus sentimientos internos a través de actos externos contra su cuerpo.
El propósito último no es el suicidio, tampoco obtener placer o como ritual para pertenecer a un grupo. Se observa frecuentemente en adolescentes y la ubicación corporal es generalmente en las muñecas y el medio es cualquier objeto afilado.
Según lo puntualiza La literatura de la Clínica Mayo, si bien la autolesión puede traer una sensación de calma momentánea y de liberación de tensión, generalmente, luego de que se lleva a cabo aparecen la culpa y la vergüenza, y regresan las emociones dolorosas. Aunque las lesiones potencialmente mortales generalmente no son intencionadas, la autolesión conlleva la posibilidad de acciones agresivas contra uno mismo más graves e incluso mortales.
Las autolesiones pueden clasificarse en auto-mutilación mayor (incluye cosas como castración, amputación de miembros, sacarse los ojos, etc.) es un fenómeno poco común y normalmente está asociada a estados sicóticos.
La autolesión estereotípica incluye acciones como golpearse la cabeza rítmicamente contra una pared, etc. Este tipo de AL se presenta principalmente en personas con retraso mental, autistas o sicóticos.
La autolesión superficial o moderada es la más común. Incluye cortarse, quemarse, rascarse hasta sangrar, arrancarse el pelo, romperse huesos, pegarse, lastimarse sobre una herida deliberadamente, interferir con el saneamiento de una herida, y casi cualquier método en que uno mismo se infrinja daño físico.
En estudios clínicos y en una encuesta informal, el acto más popular fue el de cortarse, y los lugares más comunes fueron las muñecas, parte alta del brazo, y la parte interior de los muslos. Mucha gente ha usado más de un método, sin embargo, prefieren uno sobre los otros, y casi siempre se dañan en los mismo lugares.
Entre los signos y los síntomas de las autolesiones se pueden incluir los siguientes:
- Heridas, con frecuencia en patrones
- Cortes nuevos, arañazos, hematomas, marcas de mordeduras u otras heridas
- Frotamiento excesivo de un área para crear una quemadura
- Mantener objetos afilados al alcance
- Usar mangas largas o pantalones largos, incluso en climas cálidos
- Denuncias frecuentes de lesiones accidentales
- Dificultades en relaciones interpersonales
- Inestabilidad del comportamiento y emocional, impulsividad e imprevisibilidad
- Declaraciones de impotencia, desesperanza o falta de valor
¿Cómo ayudar?
Identificar a alguien en riesgo y ofrecer ayuda. A una persona en riesgo se le puede enseñar resiliencia y una capacidad saludable de enfrentar desafíos o situaciones, que se pueden utilizar durante los periodos de angustia.
Alentar la expansión de las conexiones sociales. Muchas personas que se autolesionan se sienten solas y desconectadas. Ayudar a alguien a crear conexiones con otros que no se dañan a sí mismos puede mejorar las habilidades para relacionarse y comunicarse.
Crear conciencia. Aprender sobre las señales de advertencia que indican la existencia de autolesiones y sobre qué hacer cuando tienes una sospecha.
Alentar a los pares a buscar ayuda. Los pares suelen ser leales con los amigos. Alienta a los niños, los adolescentes y los adultos a evitar el secretismo y a que busquen ayuda si están preocupados por un amigo o un ser querido.