Milton Jijón Arguello, reconocido profesional de la medicina, quien dedicó gran parte de su actividad a la investigación genética y de las enfermedades raras, falleció la tarde de esta lunes 10 de enero luego de enfrentar una larga y dura enfermedad catastrófica.

Profesor principal, fundador y fefe de Cátedra de Genética Médica de la Universidad Central del Ecuador. Fundador y presidente de la Sociedad Ecuatoriana de Genética Humana. Director del Hospital de Niños “Baca Ortiz”, merecedor del Premio Eugenio Espejo, y designado como Médico del Año en 2012, este médico ecuatoriano se destacó en el ejercicio de su profesión por su especial dedicación para investigar y apoyar a los pacientes con enfermedades raras, ER, gestión a la que le dedicó los últimos 30 años de su vida.

La Fundación Pacientes Ecuador lamentó la pérdida del ilustre profesional de la medicina que entregó gran parte de su vida a la investigación y lucha de los derechos de los pacientes con enfermedades raras.

Considerado como un referente de la genética clínica en Ecuador, fundó y fue presidente de la Fundación para las enfermedades raras en Ecuador, Funedere, organización que con liderazgo y optimismo impulsó, ante las autoridades de salud del país, el Plan Nacional de Atención Médica Integral de las Enfermedades Raras en el Ecuador y la creación del Centro Nacional de Medicina Genómica, como medias urgentes para atender a los pacientes que padecen estas patologías que afectarían a 1.3 millones de ecuatorianos,  Hasta el año 2011 solo en el Hospital “Baca Ortiz” de Quito, pudimos diagnosticar más de 400 enfermedades y síndromes raros diferentes.

Insistía en sus comunicaciones a los ministros de Salud de turno, que “el ministerio de Salud (MSP), dando un testimonio de inoperancia y negligencia administrativa, reconoce que oficialmente existen apenas 156 Enfermedades Raras, para las cuales podría haber atención médica y que lo demás es inexistente”.

“EL MSP no tiene capacidad técnica y profesional para hacer diagnósticos clínicos en ER; por lo que llegar a un diagnóstico toma entre 2 y 5 años, y se calcula que en este ir y venir de los pacientes, son examinados al menos por siete a nueve especialistas que no logran establecer el diagnóstico. En este lapso algunos pacientes mueren y otros quedan fuera de la capacidad orgánica para recibir el tratamiento con alguna posibilidad de éxito” mantenía el doctor Jijón al calificar esta gestión como “otro desastre”.

Para los pacientes que padecen de ER, la pérdida del Milton Jijón es un duro golpe humano y en la lucha contra sus derechos.