Por Sofía Martínez

demencia no es una enfermedad específica, es un término que se utiliza para describir un grupo de síntomas que afectan la memoria, el pensamiento y las habilidades sociales y que son lo suficientemente graves como para interferir en tu vida diaria.

Millones de personas en el mundo padecen demencia. Su mayor incidencia es en adultos mayores. Es una enfermedad de familia porque, al afectar la memoria de los pacientes, genera dolor y pesar dentro del círculo familiar. 

Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), “se calcula que entre un 5% y un 8% de la población general de 60 años o más sufre demencia en un determinado momento”. Esto genera que muchas familias experimenten el dolor de que su familiar no pueda reconocer a sus seres queridos.

La demencia es causada por el daño o la pérdida de las células nerviosas y sus conexiones en el cerebro. En función del área del cerebro dañada, la demencia puede tener un impacto diferente en las personas y provocar diferentes síntomas.

Gladys C. (nombre protegido) es la esposa de un paciente con demencia y relata la dura realidad a la que ella y sus familiares se enfrentan a diario. “Es muy complicado asimilar mental y emocionalmente una relación que se va perdiendo cada día, una relación de pareja de más de medio siglo”, comenta con respecto a la realidad de que su esposo ya no la reconoce.

Los especialistas recomiendan acudir a consulta médica si tú o un ser amado tienen problemas de memoria y otros síntomas de demencia. Algunas afecciones médicas tratables pueden causar síntomas de demencia, por lo que es importante determinar la causa.

Esposo de Gladys C. quien padece de demencia

Uso autorizado de fotografía

La geriatra Danitza Cimera explica que la pérdida de la memoria, la capacidad de cálculo, razonamiento, de juicio y de orientación, son solo algunos de los síntomas causados por la demencia.

Cimera recomienda a las familias que “el cuidador principal de la persona debe entender que esto no es solamente de pastillas, al contrario, es tener un ambiente para el paciente de tranquilidad, tratar de mantener rutinas, que duerma bien, que coma bien, que no le duela nada”. 

Entre varias recomendaciones, Cimera explica la importancia de que la familia tenga paciencia con el adulto mayor, que respete sus tiempos de respuesta, que realice estimulación cognitiva, que se fomente lo más posible la autonomía del paciente y, sobre todo, velar por la salud del cuidador.

¿Por qué es un padecimiento de familia?

“Como yo les digo a mis pacientes, esta no es una enfermedad del paciente, sino es una enfermedad de toda la familia. Porque en el momento en que un familiar tuyo tiene demencia, la estructura de la casa cambia”, indica Cimera. Esto sucede, según la experta, porque aquel adulto mayor que antes era independiente deja de serlo con esta enfermedad, por lo que se necesita de un cuidador que lo vigile en todo momento.

Gladys C. concuerda con esta idea e indica cómo su familia es un pilar importante para superar esta enfermedad. “La situación de mi esposo se ha convertido en una situación de familia. Una situación que tenemos que seguir abordando, porque esto no tiene todavía un fin. El tratamiento no te dará una respuesta de mejora de inmediato, cada día va acentuándose”, comparte

La estimulación cognitiva es importante para los pacientes con demencia.

 

Por otro lado, el trastorno del sueño, las alucinaciones y la agresividad son algunos de los trastornos de comportamiento que conlleva esta enfermedad y que afecta la dinámica de la familia. Según Cimera, “todos estos síntomas también hacen que el manejo del paciente que tiene demencia y estos trastornos de conducta sea complicado y sea agotador para la familia”.

La licenciada en enfermería, Marcia Guamarica, quien lleva 8 años cuidando de adultos mayores y tres de ellos han padecido demencia, comenta las dificultades que implica el cuidado de uno de estos pacientes. “El trato. Eso es muy difícil, porque a veces te confunden y a veces te llegan a agredir. Hay veces que te dicen cosas que, no vendría al caso repetirlas, pero si son bien fuertes”, relata Guamarica.

Al ser esta una enfermedad de familia se recomienda no solo cuidar del paciente sino también de las personas que lo atienden, ya que puede ser muy duro que su ser querido ya no los reconozca. El entorno familiar se afecta física y mentalmente, pero el amor incondicional de los parientes hacia su ser querido hace que esta enfermedad sea más llevadera.

 Texto, fotografías e infografía por Sofía Martínez

Estudiante de Periodismo de la Universidad San Francisco De Quito, USFQ