Las enfermedades cardiovasculares son la primera causa de muerte en todo el mundo, según datos de la Organización Mundial de la Salud (OMS), organismo que las causas más importantes de cardiopatía e ictus son una dieta malsana, la inactividad física, el consumo de tabaco y el consumo nocivo de alcohol.
Los efectos de los factores de riesgo comportamentales pueden manifestarse en forma de hipertensión arterial, hiperglucemia (niveles altos de azúcar en la sangre), hiperlipidemia (niveles altos de grasas en la sangre), sobrepeso u obesidad, según puntualiza la OMS.
Todos ellos “son indicativos de un aumento del riesgo de sufrir ataques cardiacos, accidentes cerebrovasculares, insuficiencia cardiaca y otras complicaciones”, recuerda la OMS.
La ateroesclerosis es el endurecimiento de las arterias. Ocurre porque en el interior de estos vasos sanguíneos se va depositando grasa y otras sustancias hasta que se forman placas.
Con el tiempo, estas placas van estrechando la arteria y hacen que el flujo sanguíneo que pasa por ella sea menor. La placa también puede romperse y obstruir la arteria o bien un pedazo puede desplazarse hasta un vaso sanguíneo más pequeño y taponarlo. Esta es una causa común de infarto y de ictus.
Un ictus ocurre cuando un vaso sanguíneo que lleva sangre al cerebro se rompe o es taponado por un coágulo u otra partícula.
La doctora Milagros Pedreira, cardióloga y miembro de la Sociedad Española de Cardiología, SEC, señala que enfermedades autoinmunes e inflamatorias como el lupus eritematoso sistémico y la artritis reumatoide, con una elevada prevalencia en mujeres, se asocian a ateroesclerosis acelerada.
La cardióloga resalta que la cardiopatía isquémica (infarto agudo de miocardio o angina de pecho) “es la primera causa de muerte en mujeres con lupus.
Las mujeres jóvenes con lupus, de entre 35 y 44 años, tienen una probabilidad de sufrir infarto de miocardio 50 veces superior a las mujeres de edad similar sin esa enfermedad, según el Framingham Heart Study”.
Con todos estos datos, la especialista considera “fundamental” el conocimiento y control adecuado de los factores de riesgo comunes, con especial atención a la diabetes, el tabaco y el sedentarismo
No hacer suficiente ejercicio físico, tener diabetes o fumar hace que una persona sea más propensa a padecer enfermedades cardiovasculares y algunos de estos factores afectan más a las mujeres que a los hombres.
La doctora Pedreira enfatiza “la importancia de los factores exclusivos del sexo femenino y de la relación de enfermedades inflamatorias autoinmunes con el riesgo cardiovascular en las mujeres”.
“Resulta vital que parte de este conocimiento se extienda a las propias mujeres, ya que este hecho puede contribuir a cambiar hábitos de vida e inducir a la búsqueda de atención médica para lograr el control de otros factores menos difundidos, como los derivados del embarazo o los relacionados con los cambios hormonales”, apunta.
Verificar y controlar los factores de riesgo de enfermedades cardiovasculares e infartos de miocardio como la hipertensión, los niveles elevados de colesterol y los niveles elevados de azúcar también es muy importante
Con Información de EFE Foto referencial La República.net