Los pacientes con enfermedades raras, catastróficas y que padecen de algún tipo de cáncer serán vacunadas para el covid-19 en la fase 1, según anunció el ministro de Salud, Juan Carlos Zevallos, que ya iniciará en un par de provincias.
Según informó en rueda de prensa todavía se está ejecutando la fase 0, dirigido al personal sanitario de los hospitales covid, públicos y privados, y los asilados y personal de los centros geriátricos.
Para la fase 1, en la que se dará prioridad al personal de salud en general; las fuerzas del orden y bomberos; el personal de recolección de desechos; los profesores de todos los niveles y el personal de los sectores estratégicos del país, también constan los grupos vulnerables.
“Toda persona que tenga un riesgo mayor que el resto de la población será priorizado”. Dijo Zevallos al condicionar que para eso se necesitará la inscripción de los pacientes y se tomará en cuenta, no solamente la edad, sino también el riesgo.
“El riesgo de enfermedad, de hospitalización y desafortunadamente de muerte está marcado justamente por las enfermedades catastróficas, las enfermedades que les exponen a una persona a un mayor riesgo”, puntualizó el ministro.
Esto cambia la declaración que ofreció Zevallos, el pasado mes de diciembre. En la fecha informó que en la fase 2 y 3, recibirán las vacunas todas las personas de 18 años en adelante “excepto los ciudadanos que presenten trastorno de coagulación, reacciones alérgicas severas a medicinas o vacunas, personas contagiadas con COVID-19, con inmunodepresión o que reciban tratamientos contra el cáncer y mujeres embarazadas, o que han planificado embarazarse en los próximos 3 meses.
Según la Sociedad Americana del Cáncer, La principal preocupación acerca de recibir la vacuna no es su seguridad para las personas, sino qué tan eficaz será en prevenir la infección, especialmente en personas con sistemas inmunológicos debilitados. Algunos tipos de tratamiento como la quimioterapia, la radioterapia, el trasplante de médula ósea o la inmunoterapia puede afectar el sistema inmunológico, lo cual podría hacer que la vacuna resulte menos eficaz.
Debido a que la situación para cada individuo es distinta, lo mejor es hablar sobre los posibles riesgos y beneficios de vacunarse contra el virus que ocasiona COVID-19 con el médico familiarizado con su diagnóstico de cáncer, quien es la persona mejor indicada en determinar cómo proceder.
Los estudios iniciales para probar las vacunas contra la enfermedad COVID-19 no incluyeron a personas en tratamiento con medicamentos que suprimen la función del sistema inmunológico, como es el caso de la quimioterapia o personas cuyo sistema inmunitario se encuentre debilitado por otros motivos. Esto se debe a que los estudios requieren primero probar la función de las vacunas en personas con un sistema inmunológico saludable. Es por esto que aún no se tiene certeza de cuán eficaz podría ser las vacuas entre personas de estos grupos.
Algunas vacunas para otras enfermedades contienen virus vivos, las cuales por lo general no son recomendables para ser aplicadas a las personas con cáncer. Sin embargo, las vacunas contra COVID-19 que están disponibles en los Estados Unidos no son de este tipo, al no contener virus vivos.