En el mundo existen varios tipos de cáncer que afectan gravemente la salud de las personas, entre ellos está el cáncer de ojo. Este se caracteriza por presentar alteraciones en los tejidos oculares benignos o malignos que pueden aparecer en los párpados, conjuntiva, iris, coroide, retina y la órbita.Uno de los efectos más letales es la pérdida no solo de la visión sino también del ojo.
La oftalmóloga, Johanna Negrette, comparte algunas pautas importantes para detectar a tiempo este padecimiento y evitar complicaciones que puedan comprometer a futuro este importante órgano del ser humano.
Principales signos de alerta:
Esta patología no distingue edad ni género y se puede presentar en cualquier momento de la vida. La especialista recomienda prestar atención a los siguientes síntomas que interfieren con el desarrollo y funcionamiento habitual de los ojos:
- Disminución de la visión
- Pérdida de visión central y periférica
- Visión borrosa de cerca o de lejos
- Reducción del campo visual
- Es común ver destellos, manchas, líneas, puntos flotantes o líneas onduladas en la visión
- Dolor alrededor o dentro del ojo
- Desprendimiento de retina o hemorragia intraocular
- Protrusión o salida del globo ocular
- Modificaciones de la forma y tamaño de la pupila
- Visión deficiente y sensible por la luz natural o artificial
- Aparición y crecimiento de lunares en alguna región del ojo
- Pupila de color blanco (en especial en niños)
En caso de presentar cualquiera de estos síntomas es muy importante acudir de manera urgente a la evaluación oftalmológica para tener la valoración de un especialista y acceder a un diagnóstico temprano.
Causas más frecuentes:
La principal causa del cáncer ocular es de origen hereditario. Es decir, si algún familiar tiene o tuvo cáncer, se recomienda que el paciente tenga valoraciones médicas periódicas. No obstante, señala la doctora Negrette, hay otros factores que contribuyen a la aparición de esta patología:
- Exposición prolongada a radiación solar porque estimula la presencia y crecimiento de tumores, en especial en la conjuntiva
- Tener ojos y/o tez clara
- Personas de avanzada edad
- Alcoholismo
- Alimentación inadecuada
- Tener enfermedades que debiliten el sistema inmunológico como Diabetes o VIH/SIDA
Tipos de cáncer ocular más frecuentes:
- Melanoma ocular: Es el tumor maligno más frecuente que pone en riesgo el ojo y la vida de las personas. Se origina en los melanocitos (células encargadas de producir el color del cabello, ojos y piel) y se desarrolla por lo general en la úvea (capa vascular intermedia del ojo que comprende iris, cuerpo ciliar y coroides). Los casos aumentan si existen tumores secundarios a otros procesos cancerosos que acaban provocando metástasis en el ojo, como el de mama o el de pulmón. No presenta síntomas tempranos y se lo detecta por medio de la dilatación y chequeo oftalmológico.
- Retinoblastoma: Es el más común en niños que se produce por mutaciones genéticas y se desarrolla en la retina (capa más interna del ojo). Se caracteriza por el crecimiento y multiplicación elevada de las células de la retina. Se extiende por todo el ojo y puede avanzar a otras partes y órganos del cuerpo.
- Hemangioma de coroides: Es un tumor sin riesgo de metástasis que se desarrolla de forma muy rápida y agresiva. Esto provoca un riesgo para la visión porque su crecimiento amenaza el nervio óptico (transmisor de las imágenes de la retina al cerebro) y la mácula (zona central de la retina que permite la visión de detalle).
- Linfoma intraocular: Este tumor intraocular está directamente relacionado con los linfocitos o células blancas de la sangre. Puede presentarse en órganos como estómago, pulmones u ojos. En ocasiones, se presenta junto al linfoma del cerebro, afectando el sistema nervioso central.
Alternativas y tratamientos:
La clave es la detección temprana para evitar complicaciones mayores y lograr mejores resultados. Al ser una enfermedad de alta complejidad, el paciente necesita tener una valoración general y compartida entre el oncólogo y el oftalmólogo. En el caso de niños es esencial la revisión del pediatra para descartar posibles anomalías.
Es posible que los pacientes se curen dependiendo del progreso de la enfermedad y el tipo de tumor. La doctora Negrette recomienda chequeos visuales periódicos de mínimo 1 vez al año para identificar y no agravar la enfermedad. Algunos tratamientos efectivos incluyen:
- Radioterapia: Es el uso de rayos de alta potencia, como los rayos X, para suprimir las células cancerosas. Se aplica ubicando pequeños puntos de radiación cerca del tumor.
- Láser: Se emplean rayos de luz para aumentar la temperatura y suprimir las células cancerosas. Puede usarse para tratar melanomas oculares.
- Quirúrgicos: Es la cirugía que se practica en la sección del ojo afectada considerando el tamaño que tenga el tumor. Es ideal para tratar el Retinoblastoma y Melanoma. Se puede extirpar el globo ocular y los tejidos que se encuentren cerca.
- Quimioterapia: Se inyectan medicamentos por vía intravenosa o en el ojo para destruir las células tumorales. Se puede usar para tratamiento de linfoma. Este procedimiento podría extenderse a varios meses. Es posible que el paciente presente cansancio, dolores de estómago y la caída del cabello.
- Terapia dirigida e inmunoterapia: Se trata del uso de medicamentos que ayudan al sistema inmunológico del cuerpo. Atacan principalmente a las células cancerosas.
- Braquiterapias: Consiste en la colocación de una placa radioactiva de yodo situada en zona tumoral.
Cabe destacar que al igual que otras enfermedades crónicas, el tratamiento de cualquier variedad de cáncer de ojo debe estar a cargo de profesionales altamente calificados. Es vital el uso de tecnología de punta, con la finalidad de garantizar un diagnóstico y tratamiento idóneo que permita al paciente tener un buen estilo de vida.