La Directora de la Organización Panamericana de la Salud (OPS), Carissa F. Etienne, instó a garantizar el diagnóstico y tratamiento de esa enfermedad en países de las Américas, donde los servicios se han visto seriamente alterados durante la pandemia de COVID‑19.

“Mientras luchamos contra la COVID-19 no debemos olvidarnos de otras enfermedades graves”, afirmó Etienne. “Tenemos que combatir la pandemia y, a la vez, seguir avanzando en el tratamiento de otras enfermedades, en particular del cáncer. Para los pacientes con cáncer, la falta de diagnóstico, tratamiento y medicamentos puede ser mortal”, remarcó.

El cáncer es la segunda causa principal de muerte en la Región de las Américas. En 2020 se diagnosticaron cuatro millones de casos nuevos y alrededor de 1,4 millones de personas murieron por la enfermedad ese año. Aproximadamente el 57% de los casos nuevos de cáncer y el 47% de las muertes por cáncer fueron en personas de 69 años o menos, en la plenitud de sus vidas.

Según una encuesta de la OPS/OMS sobre enfermedades no transmisibles (ENT), incluido el cáncer, en siete países de la Región, las alteraciones en los servicios contra el cáncer relacionadas con la pandemia surgieron por múltiples causas. Esto resultó en la cancelación de procedimientos médicos electivos, la interrupción de servicios, la disminución de la demanda debido al confinamiento y la necesidad de canalizar recursos para la COVID-19.

Además, algunos pacientes con cáncer se han mostrado renuentes a acudir a las consultas ambulatorias o los hospitales para recibir tratamiento porque en esos lugares también puede haber pacientes con COVID-19. Los pacientes con cáncer tienen más riesgo de desarrollar cuadros más graves y potencialmente mortales de COVID-19.

“Debemos garantizar que, a pesar de la pandemia, las personas que ya estén enfermas de cáncer puedan tener acceso al diagnóstico y al tratamiento, ya que eso les puede salvar la vida”, consideró Anselm Hennis, Director del Departamento de Enfermedades no Transmisibles y Salud Mental de la OPS. “Hay herramientas disponibles para la prevención, diagnóstico y tratamiento que nos indican cómo lo podemos lograr.”

La OPS/OMS ha formulado orientaciones sobre cómo se pueden reorganizar los servicios oncológicos durante la pandemia. Éstas incluyen:

  • priorizar el tratamiento para los pacientes con cáncer, teniendo en cuenta cuáles son las intervenciones más seguras y efectivas, la velocidad a la cual se está desarrollando el cáncer y los efectos que tendría retrasar el tratamiento sobre los resultados clínicos y la calidad de vida;
  • reducir al mínimo el número de consultas en persona a los centros de salud, especialmente en áreas donde puede haber otros pacientes que puedan tener COVID-19; 
  • disminuir el riesgo de exposición prestando servicios y realizando los ensayos clínicos en establecimientos alternativos de atención de salud;
  • ofrecer consultas de seguimiento, apoyo psicológico o cuidados paliativos por teléfono o de forma remota;
  • facilitar la administración de medicamentos, realización de pruebas y toma de muestras en el domicilio;
  • trasladar las consultas médicas a ubicaciones donde haya un menor riesgo de exposición;
  • y cuando sea factible, retrasar las consultas de seguimiento en persona: por ejemplo, cuando los pacientes han finalizado el tratamiento, tengan un buen pronóstico o las consultas puedan hacerse por videollamada.

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