En un trabajo publicado en la revista Ophthalmology and Therapy, cuyos autores son investigadores de University of Utah, se informó de un aumento importante en los casos de ojo seco entre personas que habían acudido a clínicas locales y que usan una mascarilla con regularidad. No solo son personas que ya habían recibido un diagnóstico de esta enfermedad y que vieron agravarse sus síntomas, sino que muchas de ellas nunca antes habían tenido este problema y se presentaban ahora con irritación de los ojos. Los profesionales de salud denominan este fenómeno «MADE», u ojo seco relacionado con el uso de la mascarilla.

De acuerdo con el estudio mencionado, este hallazgo «tiene implicaciones importantes para la salud de los ojos y la prevención de las infecciones, ya que se prevé que las mascarillas seguirán usándose en el futuro próximo», señala la publicación digital de la organización de la AARP

El ojo seco es una enfermedad común que ocurre cuando las lágrimas no aportan una buena lubricación. Ello puede deberse a que los ojos no producen suficientes lágrimas, o a que las lágrimas producidas son de mala calidad. Casi 5 millones de personas en Estados Unidos conocen bien los síntomas, que pueden ser molestos e incluso incómodos. Es común que la persona afectada tenga ardor, quemazón, visión borrosa, enrojecimiento o la sensación de que tiene algo en el ojo.

Las personas mayores, que tienen más probabilidades de padecer ojo seco porque el lagrimeo suele deteriorarse con la edad, son especialmente susceptibles a los síntomas de MADE, según el Dr. Thomas Steinemann, oftalmólogo afiliado con el MetroHealth Medical Center de Cleveland y vocero para asuntos clínicos de la American Academy of Ophthalmology. Agrega que también son vulnerables «las muchas personas que trabajamos desde la casa en la actualidad, participando en incontables llamadas por Zoom y pasando todo el día frente a la pantalla de la computadora». En efecto, las investigaciones demuestran que al tener los ojos enfocados en la pantalla de una computadora, la frecuencia del parpadeo se reduce en un 66% respecto a la frecuencia normal, por lo que las lágrimas que recubren los ojos se evaporan con mayor rapidez.

El ojo seco es una afectación visual que se produce frecuentemente por la insuficiente lubricación de la superficie ocular. En la actualidad, se ha registrado un mayor número de casos de pacientes con ojo seco debido al uso prolongado de mascarillas como medida de seguridad y protección ante el Covid-19. Esto sucede porque el inadecuado uso de los cubrebocas aumenta la evaporación de la lágrima. Si la mascarilla no está bien ajustada al rostro, el aire exhalado puede salirse por la parte superior de la misma impactando directamente a los ojos, lo que deriva en una pérdida de la capa acuosa de la lágrima y deteriora la lubricación ocular.

En ocasiones, si la mascarilla se encuentra muy apretada o muy elevada, puede generar limitación de la movilidad palpebral o posicionarse sobre el párpado inferior, impidiendo el cierre adecuado de los párpados, lo cual puede reducir la cantidad de líquido en el ojo. Además, cuando el párpado inferior se tira hacia abajo, se puede resecar la mucosa, provocando irritación o inflamación. Incluso, al momento del parpadeo o al hablar se puede movilizar la mascarilla y así contactar el globo ocular, generando laceraciones de la córnea.

“Esto puede generar alteraciones visuales como: ojo rojo, lagrimeo, sensación de arenilla, molestias a la luz e incluso dolor. En casos más severos y continuos se pueden presentar alteraciones de la córnea generando irregularidades sobre su superficie”, expresa Ana Brutto, oftalmóloga de la Clínica Andes Visión.

Con el fin de evitar daños mayores a la salud visual de la ciudadanía, la experta de la Clínica Oftalmológica Andes Visión comparte algunas recomendaciones para mantener el uso de la mascarilla sin comprometer la vista.

Sobre el uso adecuado de las mascarillas para evitar la sequedad de los ojos:

  • Elija una mascarilla que tenga una lámina metálica en la región superior para que pueda moldearse de acuerdo a su nariz y lograr un mejor ajuste.
  • Puede adquirir mascarillas que tengan almohadillas en la región superior y en la parte interna para limitar la salida de aire y dar un mejor hermetismo a la misma.
  • Coloque la mascarilla adecuadamente en la nariz sin que tope los párpados ni las pestañas inferiores. Subirla en exceso puede comprometer los párpados y generar molestias.
  • Coloque esparadrapo o cinta adhesiva en la parte superior para evitar que se mueva la mascarilla. Esto también ayuda a que los pacientes que usan anteojos eviten que los mismos se empañen y limiten su agudeza visual.

Sobre los signos de alerta para detectar ojo seco:

De acuerdo con la especialista de la Clínica Andes Visión, las principales molestias que pueden indicar la existencia de ojo seco son las siguientes:

  • Ardor ocular leve, moderado o intenso que aumenta con el pasar de las horas
  • Mayor necesidad de parpadeo
  • Visión borrosa
  • Ojo rojo
  • Sensación de arenilla
  • Fotofobia o intolerancia a la luz
  • Dolor ocular

Sobre los pasos a seguir en caso de tener resequedad ocular:

  • De acuerdo con la Dra. Ana Brutto, lo primero que debe hacer un paciente con ojo seco frecuente por el uso de las mascarillas por varias horas, es acudir a la valoración oftalmológica. De este modo se puede diagnosticar la causa y progreso de la patología.
  • Para verificar qué capa de la lágrima está afectada, hay algunos equipos muy modernos. En la Clínica Andes Visión se cuenta con el equipo LacryDiag. Este arroja cuatro resultados en pocos minutos: 1) medición automática del tiempo de ruptura del lagrimal; 2) análisis cuali y cuantitativo de la capa lipídica; 3) análisis cuantitativo de la capa acuosa; y, 4) análisis cualitativo de las glándulas de meibomio de los párpados inferior y superior. 
  • Posteriormente, se puede iniciar con algunos tratamientos más avanzados como la aplicación de luz pulsada policrómica o luz fría, que se realiza con un moderno equipo de origen francés denominado E-Eye. El tratamiento consiste en aplicar destellos de esta luz sobre la zona del pómulo y la zona temporal del paciente para estimular indirectamente las glándulas de meibomio y ayudar a recuperar las secreciones perdidas, causantes de ojo seco.
  • Para casos leves o momentáneos, se recomienda: 
  • Uso de lágrimas artificiales luego del correcto lavado de manos.
  • Parpadear frecuentemente.
  • Uso de gafas con filtro de protección UV.
  • Uso de lentes con filtro de luz azul para evitar que la calidad de la lágrima disminuya.
  • Cumplir la regla 20-20-20: Cada 20 minutos realizar pausas de 20 segundos y mirar a 20 pies (6 metros) para relajar el ojo. En este tiempo el paciente debe parpadear constantemente y al finalizar cerrar los ojos por unos segundos.
  • No automedicarse.
  • No frotarse los ojos. (I)