Redacción Evelin Rosas

Frente a la caída del 25% en inmunizaciones a nivel mundial, por la pandemia de COVID-19, la Sociedad Latinoamericana de Infectología Pediátrica (SLIPE) recomienda a los países priorizar la vacunación a los grupos vulnerables, como menores de 2 años, mayores de 65 años y mujeres embarazadas, para reducir la posibilidad de brotes de enfermedades inmunoprevenibles.

También aconseja priorizar la vacunación de personas de mayor riesgo de morbimortalidad por COVID-19, como trabajadores de salud, trabajadores esenciales y personas con comorbilidades. “Esto no debe significar la interrupción de los esquemas de vacunación en el resto de los grupos de las poblaciones (lactantes, niños, jóvenes, adultos y embarazadas)”, aclara el pediatra infectólogo, José Brea, en el marco del Vaccine Academy, evento organizado por la empresa farmacéutica multinacional, Sanofi Pasteur.

El experto enfatiza en la importancia de vacunar a los recién nacidos en maternidad con BCG y las vacunas contra la hepatitis B y priorizar series de vacunación primaria como: DPT, Hep B, Hib y OPV / IPV. “Las vacunas contra el rotavirus, neumococo, influenza, varicela y MR / MMR no deben posponerse”, recalca.

Por otro lado, se debe priorizar la vacuna contra el neumococo y la influenza a los grupos vulnerables, así como las vacunas de influenza y Tdpa en las embarazadas. “Las vacunas contra la hepatitis A y las vacunas contra el VPH pueden ser administradas después de que se hayan administrado las vacunas prioritarias, si existen problemas logísticos como de trasporte”, ejemplifica el médico.

De acuerdo al experto, la reducción de inmunizaciones en la región podría traer problemas graves, como la aparición de brotes de enfermedades inmunoprevenibles como sarampión, difteria, fiebre amarilla, rubeóla, pertussis, influenza, polio, varicela, meningococo.

Según el médico, la vacunación en escolares de 5 a 6 años, 11 años y de adultos sanos podría posponerse para el momento de reapertura de actividades escolares o laborales. “Se deben enfocar los esfuerzos en reforzar y continuar con la estrategia de vacunación de dosis cero de vacuna contra el sarampión en las regiones de los países con riesgo epidemiológico”, apunta. 

Otra estrategia es la administración de varias vacunas en la misma sesión. “No debe haber miedo a cualquier aumento de los efectos adversos. Los refuerzos pueden posponerse para una fecha posterior. Si un niño está en un centro de salud por cualquier motivo, esta oportunidad debe utilizarse para administrar cualquier vacuna elegible”, afirma Brea.

Por otro lado, recalca la importancia de que el personal de atención médica cuente con el esquema actualizado de vacunación en su edad. “La mejor forma de evitar la expansión de enfermedades inmunoprevenibles es obtener altas coberturas en todos los frentes”, resume el médico.  

Las recomendaciones de Brea forman parte del ‘Documento Latinoamericano sobre Vacunación y Servicios de Inmunización durante la Pandemia COVID-19’, una guía creada por la Sociedad Latinoamericana de Infectología Pediátrica (SLIPE) y la Asociación Latinoamericana de Pediatría (ALAPE) que les permite a los países saber cómo mantener el control del COVID-19, sin dejar de priorizar el control de las enfermedades prevenibles por vacunación, EPVs.