La vacunación se ha reducido al menos un 25% en todas las regiones del mundo, debido a la pandemia por COVID-19, según cifras de la Sociedad Latinoamericana de Infectología Pediátrica (SLIPE), por lo que munchas voces de organismos internacionales especializados piden acciones inmediatas para retomar los esquemas de vacunación en cada uno de los países del mundo.

Se estima que 19,7 millones de lactantes (menores de 1 año) no han recibido las vacunas básicas.

El objetivo común es incrementar la inmunización. “Si por los recursos que se emplean para manejar el covid, nosotros dejamos de monitorear sarampión, poliomielitis, tosferina, vamos a terminar muy mal”, afirma el médico pediatra Carlos Torres, en el marco del Vaccine Academy, evento organizado por la empresa farmacéutica multinacional, Sanofi Pasteur.

Según Torres, “debemos ponernos al día” y los países deben anticipar sus estrategias de vacunación, basados en la situación epidemiológica de la pandemia. La vigilancia de enfermedades prevenibles por vacunas, EPVs, debe ser constante, así como los recursos humanos, logísticos y financieros para lograrlo. “Los estados deben identificar a las personas vulnerables por riesgo de salud, epidemiológico, por brechas inmunes u otros para inmunizarlos”, agrega el médico.

La Organización Mundial de la Salud, OMS, y la Unicef, advirtieron que los datos preliminares, correspondientes a los cuatro primeros meses de 2020, apuntan a una disminución sustancial del número de niños que completan las tres dosis de la vacuna contra la difteria, el tétanos y la tos ferina (DTP3). Esta es la primera vez en 28 años que el mundo podría ser testigo de una reducción en la cobertura de la vacuna DTP3, el marcador de la cobertura de inmunización en el seno de los países y entre ellos.

El Dr. Tedros Adhanom Ghebreyesus, Director General de la OMS, advirtió que “el sufrimiento y las muertes evitables causadas por saltarse la inmunización sistemática de los niños podrían ser mucho mayores que la propia COVID-19, aunque no tiene por qué ser así. Las vacunas pueden administrarse de forma segura incluso durante la pandemia y pedimos a los países que garanticen la continuidad de estos programas esenciales para salvar vidas”.

Según datos de la Organización Panamericana de la Salud, OPS, en 2019, 14 millones de lactantes no recibieron una dosis inicial de DTP, vacuna que previene la difteria, tosferina y tétanos. Por otro lado, 5,7 millones de niños solo están parcialmente vacunados.

“Un análisis de la cobertura de DPT3 por municipios en Latinoamérica y el Caribe muestra que hasta en el 34% de los mismos, la cobertura está por debajo del 80%”, contextualiza el pediatra infectólogo, José Brea.

Las vacunas son una de las herramientas más potentes en la historia de la salud pública y ahora se vacuna a más niños que nunca. Pero la pandemia ha puesto en riesgo esos logros. El sufrimiento y las muertes evitables causadas por el retraso en la inmunización de los niños podrían ser mucho mayores que el propio Covid-19, aunque no tiene por qué ser así. Las vacunas pueden administrarse de forma segura, incluso durante la pandemia y pedimos a los países que garanticen la continuidad de estos programas esenciales para salvar vidas. 

Dr. Tedros Adhanom Ghebreyesus, Director General de la OMS

A considerar de los médicos, esta caída se puede frenar con trabajo en conjunto. “Hay que reducir las barreras burocráticas, pasa mMSucho en nuestros países que si el niño tiene 4 años 11 meses no le ponen la vacuna de los 5 años, si tiene una leve diarrea no se la aplican, si llegó media hora tarde”, ejemplifica el doctor Torres.

 Si la situación lo permite, el experto considera que se deben restaurar las campañas masivas de vacunación, utilizando áreas amplias. Extender horarios y vacunaciones domiciliarias o en sitios alternativos. Otra opción está en las vacunaciones combinadas en las que se pongan varias vacunas al tiempo y disminuir los intervalos entre dosis.

“Tener un esquema completo de vacunación y sobre todo a tiempo nos protege de posibles brotes de enfermedades inmunoprevenibles como sarampión, rubeola, tétanos neonatal o poliomielitis. Aún si se atrasan, las personas deben entender que todavía son elegibles para la vacuna, si bien no es ideal el retraso, aun así, les protege”, aclara Torres.