Es posible proteger a los lactantes contra el virus de la hepatitis B con una vacuna segura y eficaz que confiere más de un 95% de protección. La OMS recomienda administrar a todos los lactantes una primera dosis de esta vacuna lo antes posible tras el parto, de ser posible durante las primeras 24 horas de vida, y a continuación administrar al menos otras dos dosis.
La expansión en los dos últimos decenios a escala mundial de la vacuna contra la hepatitis B, debida en gran parte al apoyo de la Alianza Gavi para las Vacunas, ha sido un gran logro de la salud pública y ha contribuido al descenso de las infecciones por el virus de la hepatitis B entre los niños.
En 2019 se llegó a una cobertura del 85% en la administración de las tres dosis de la vacuna contra la hepatitis B durante la infancia, un avance frente al 30% del año 2000.
El acceso a la primera dosis de la vacuna, administrada en las primeras 24 horas de vida, sigue siendo irregular. La cobertura mundial de la dosis administrada al nacer es del 43%, porcentaje que se reduce al 34% en la Región de la OMS del Mediterráneo Oriental y a tan solo el 6% en la Región de África.
Otra forma de proteger a los niños pasa por ofrecer a las embarazadas tratamiento con antivíricos para reducir la transmisión maternoinfantil del virus de la hepatitis B. La OMS ya recomienda realizar pruebas sistemáticas a todas las embarazadas para detectar este virus, así como el VIH y la sífilis, lo antes posible durante la gestación.
En vista de los nuevos datos sobre la seguridad y eficacia del tratamiento antivírico profiláctico en las embarazadas y sus hijos, la OMS hace públicas hoy dos nuevas recomendaciones:
- Las embarazadas que hayan dado positivo en las pruebas de detección de la infección por el virus de la hepatitis B (VHB) en sangre (la carga vírica del VHB) deberían recibir tratamiento preventivo antivírico con tenofovir desde la 28.ª semana de embarazo hasta el parto. Este fármaco antivírico está disponible a bajo costo en muchos países por menos de US$3 al mes.
- En entornos en los que no se pueden realizar las pruebas para conocer la carga vírica del VHB, la OMS recomienda utilizar una prueba alternativa de bajo costo (HBeAg) para determinar si una mujer cumple las condiciones para administrarle el tratamiento antivírico preventivo.
En los países que ya han conseguido una alta cobertura de inmunización contra la hepatitis B, en particular la administración oportuna de la dosis de la vacuna al nacer, ofrecer pruebas sistemáticas contra la infección por el VHB a las embarazadas y el tratamiento antivírico profiláctico a quienes lo necesiten es otra oportunidad de prevenir la transmisión del virus de la madre al niño.
«Interrumpir la transmisión vertical del VHB es uno de los principales puntales de la iniciativa de la ‘triple eliminación’, con la que se pretende eliminar la transmisión maternoinfantil de tres infecciones prevalentes en los países de ingreso bajo y mediano: VIH, sífilis y el virus de la hepatitis B», añadió la Dra. Doherty.
Eliminar la transmisión maternoinfantil del VHB es también un peldaño importante para lograr las metas de la estrategia mundial de la OMS contra las hepatitis, cuyo objetivo es reducir las nuevas infecciones por los virus de la hepatitis en un 90% y la mortalidad por esa razón en un 65%, en comparación con los niveles de 2015.