El niño Esteban N, oriundo de Riobamba, con síndrome de Artrogriposis Múltiple gravemente discapacitado de brazos y piernas, a quien emití un certificado médico genético buscando socorro para su tratamiento, tras varias consultas en el CONADIS, sendas examinaciones, petitorios repetidos de examen tras examen, y al cabo de dos años de citas frustradas y martirizante tramitología por fin pudo conseguir el carnet de discapacidad; con lo cual según los familiares apenas aspiraban a una disminución tarifaria de la luz, el agua y cosas así.

Miles de pacientes con enfermedades raras y catastróficas no han tenido esa “suerte” y siguen años en la busca del ansiado carnet.

Hoy en día si no fuera por el accidente de la avioneta que permitió la captura de Daniel Salcedo, no se sabría cómo innumerables jóvenes físico culturistas y faranduleros de la televisión, pasean el mundo entero al parecer con dinero del IESS y además disfrutan de las prebendas que les otorga un carnet de discapacidad fraudulentamente obtenido.

En este sentido y rayando en la infamia, el país se estremece al conocer que varios asambleístas tienen carnets de discapacidad conseguidos quien sabe cómo, y ya conducen uno o más de los siete mil autos de lujo, que la prensa informa se han importado con estos carnets.

Los asambleístas no se inmutan al aparecer sospechosamente en millonarias cuentas bancarias de paraísos fiscales, ni tienen vergüenza de estar relacionados en la depredación de los hospitales y a múltiples hechos reñidos con la ley y la moral; pero burlarse sin piedad alguna de los derechos de los compatriotas más vulnerables y precarios como son los niños y adultos con discapacidad comprobada, es una flagelación cruel y repugnante, que configura finalmente el absoluto desprecio que por la salud de los ecuatorianos han mostrado los gobiernos en los últimos trece años .

He solicitado a la Federación y Colegios Médicos la urgente conformación de una comisión multidisciplinaria para evaluar e investigar los certificados médicos y exámenes clínicos que habrán sido utilizados para el otorgamiento de estos carnets de discapacidad, a nivel nacional; pues es hora de que los médicos nos levantemos en defensa de la salud del pueblo del Ecuador.