La pandemia del COVID-19 es un claro ejemplo de cómo las enfermedades infecciosas pueden amenazar la vida y el bienestar de los humanos, pero también es un recordatorio de que existen otras enfermedades que se transmiten con facilidad y pueden ocasionar daños irreversibles, pero que gracias a los avances científicos son prevenibles a través de la vacunación. 

De hecho, hace 100 años las principales causas de muerte en el mundo eran enfermedades infecciosas que hoy, en su mayoría, son prevenibles por las vacunas.

Actualmente, los científicos de distintas partes están trabajando arduamente contra el Covid-19, buscando tratamientos y vacunas; mientras esto sucede afortunadamente la población cuenta, en paralelo, con vacunas para otras enfermedades infecciosas muy peligrosas como la Influenza, Meningitis por meningococo, Sarampión, Difteria, Tosferina, Fiebre Amarilla, entre otras.

Se tratan de enfermedades que causaban temor y sufrimiento, pero que ahora son prevenibles o controlables a través de la vacunación; por ello no se debe bajar la guardia y seguir vacunando. 

Según la Unicef cada año las vacunas salvan la vida de entre 2 y 3 millones de niños. Además, la inmunización previene enfermedades, discapacidades y defunciones por enfermedades prevenibles mediante vacunación.

La viruela es un ejemplo claro de la importancia y efectividad de las vacunas, pues gracias a la inmunización, vigilancia y medidas de protección esta enfermedad, que puso en riesgo a todo el mundo, fue declarada erradicada en 1980.