La enfermedad de manos, pies y boca (HFMD, por sus siglas en inglés) es una afección contagiosa causada por diferentes virus. Es común en los bebés y los niños menores de 5 años porque ellos todavía no tienen inmunidad (protección) contra los virus que causan la enfermedad. Sin embargo, los niños mayores y los adultos también pueden contraerla. 

La enfermedad de manos, pies y boca por lo general no es grave y casi todas las personas se recuperan en un plazo de 7 a 10 días sin tratamiento médico. Las personas infectadas podrían, rara vez, presentar una meningitis viral y necesitar ser hospitalizadas por algunos días. Las complicaciones aún menos comunes incluyen parálisis similar a la de la poliomielitis y encefalitis (inflamación del cerebro) que podría ser mortal.

Los síntomas de la enfermedad de manos, pies y boca generalmente incluyen:

  • Fiebre
  • Pérdida del apetito
  • Dolor de garganta
  • Malestar
  • Llagas dolorosas en la boca, que normalmente comienzan como puntitos rojos planos.
  • Un sarpullido formado de puntitos rojos pequeños que pueden convertirse en ampollas, que aparece en la palma de las manos y la planta de los pies y, a veces, en las rodillas, los codos, las nalgas o el área genital.

Estos síntomas generalmente aparecen por etapas, no todos juntos. No todas las personas tendrán todos estos síntomas. Algunas podrían no tener ningún síntoma; sin embargo, todavía pueden transmitir el virus a otras personas.

 La enfermedad de manos, pies y boca afecta principalmente a los niños pequeños

La enfermedad de manos, pies y boca afecta principalmente a los bebés y a los niños menores de 5 años. Sin embargo, los niños mayores y los adultos también la pueden contraer. Cuando las personas contraen esta enfermedad, su cuerpo crea inmunidad (protección) contra los virus específicos que causaron la infección. Sin embargo, pueden volver a enfermarse con esta afección porque la enfermedad es causada por varios virus distintos.

La enfermedad de manos, pies y boca es contagiosa

La enfermedad de manos, pies y boca es más contagiosa durante la primera semana de la enfermedad. No obstante, a veces puede seguir siendo contagiosa durante varias semanas después de que hayan desaparecido los síntomas. Algunas personas, especialmente los adultos, podrían no presentar ningún síntoma; sin embargo, todavía pueden transmitir los virus a otras personas. En las personas infectadas, los virus que causan la enfermedad de manos, pies y boca se pueden encontrar:

  • en las secreciones de la nariz y la garganta (como la saliva, el esputo o la mucosidad nasal);
  • en el líquido de las ampollas;
  • en la caca (heces).

La enfermedad se propaga mediante lo siguiente:

  • el contacto cercano, como al dar besos o abrazos, o al compartir los vasos o los cubiertos;
  • la tos y los estornudos;
  • el contacto con las heces, por ejemplo al cambiar pañales;
  • el contacto con el líquido de las ampollas;
  • el contacto con objetos o superficies que tengan el virus.

Por esta razón debe intentar siempre mantener buenas prácticas de higiene, como lavarse las manos frecuentemente con agua y jabón, para reducir las probabilidades de que contraiga o propague la enfermedad de manos, pies y boca.

Solo se pueden tratar los síntomas de la enfermedad de manos, pies y boca

No hay un tratamiento específico para la enfermedad de manos, pies y boca. La fiebre y el dolor se pueden controlar con medicamentos de venta sin receta, como acetaminofeno o ibuprofeno, que reducen la fiebre y alivian el dolor. Es importante que las personas con esta enfermedad beban abundantes líquidos para prevenir la pérdida de líquidos corporales o deshidratación.

Lávese las manos y ayude a que los niños se las laven para ayudar a evitar enfermarse.

 Tome medidas para reducir sus probabilidades de enfermarse

Usted puede reducir el riesgo de infectarse con los virus que causan la enfermedad de manos, pies y boca al tomar unas medidas sencillas:

  • Lávese frecuentemente las manos con agua y jabón durante 20 segundos, especialmente después de cambiar pañales, y ayude a los niños pequeños a hacer lo mismo.
  • Evite tocarse los ojos, la nariz y la boca si no se ha lavado las manos.
  • Evite el contacto cercano, como al dar besos o abrazos, o compartir los vasos y los cubiertos con las personas que tengan la enfermedad.
  • Evite el contacto cercano, como al dar besos o abrazos, o compartir los vasos y los cubiertos con las personas que tengan la enfermedad.
  • Desinfecte las superficies y los objetos que se tocan con frecuencia, como los juguetes y las manijas de las puertas, especialmente si alguien está enfermo.

Tomado de CDC