Con el retorno a las actividades cotidianas, es muy importante que las personas recuerden el uso obligatorio de la mascarilla mientras mantiene su interacción con otras personas, camina en sitios públicos, o se traslada en sitios públicos.

El COVID-19 se propaga principalmente de persona a persona a través de las gotitas respiratorias cuando una persona infectada tose, estornuda o habla. Estas gotitas pueden terminar en la boca o en la nariz de quienes se encuentran cerca o posiblemente ser inhaladas y llegar a los pulmones. 

Los estudios y la evidencia sobre el control de la infección notifican que estas gotitas que van por el aire suelen desplazarse alrededor de 6 pies (aproximadamente dos brazos de distancia).

Una cubierta de tela para la cara no protege necesariamente a quien la usa, sino que puede prevenir la transmisión del virus por parte de quien la usa a otras personas.

Los Centros para el control y la prevención de enfermedades, recomiendan usar cubiertas de tela para la cara en entornos públicos donde sea difícil mantener otras medidas de distanciamiento social, como en tiendas de comestibles, farmacias y estaciones de servicio.

  • El uso de cubiertas de tela para la cara puede desacelerar la propagación del virus y ayudar a evitar que quienes puedan tener el virus sin saberlo se lo transmitan a otras personas.
  • Las cubiertas de tela para la cara pueden fabricarse con artículos del hogar.

Evite la propagación por parte de personas asintomáticas

Si bien las personas que están enfermas o saben que tienen COVID-19 deben aislarse en sus casas, el COVID-19 puede propagarse a través de personas que no tienen síntomas y que desconocen que están infectadas.  

Por eso es importante que todos pongamos en práctica el distanciamiento social (mantener una distancia de al menos 6 pies de las demás personas) y usar cubiertas de tela para la cara en entornos públicos.

Las cubiertas de tela para la cara brindan una capa adicional de protección para ayudar a evitar que las gotitas respiratorias se desplacen por el aire e infecten a otras personas.

Quiénes deben usarlas

  • Personas mayores de 2 años de edad en entornos públicos donde resulta difícil mantener otras medidas de distanciamiento social

Quiénes no deben usarlas

  • Niños menores de 2 años de edad
  • Personas con dificultad para respirar o que están inconscientes, incapacitadas o no son capaces de quitarse la cubierta sin ayuda