¿QUÉ ES LA ENFERMEDAD INFLAMATORIA INTESTINAL?
La Enfermedad Inflamatoria Intestinal (EII) describe los trastornos que suponen una inflamación crónica del tubo digestivo. Cursa con períodos de fases activas o brotes y fases inactivas o de remisión. La EII se desencadena por un mal funcionamiento del sistema inmunitario, que produce esta inflamación descontrolada en un tejido sano.
TIPOS DE EII Y ENFERMEDADES RELACIONADAS
La Enfermedad Inflamatoria Intestinal engloba dos patologías: la Colitis Ulcerosa y la Enfermedad de Crohn. Aunque son muy similares entre sí, también hay algunas diferencias: por ejemplo, mientras que la Enfermedad de Crohn puede aparecer en cualquier parte del tubo digestivo (desde la boca hasta el ano), la colitis ulcerosa se caracteriza por la aparición de úlceras inflamatorias en el colon (intestino grueso).
Por otro lado, la Enfermedad Inflamatoria Intestinal se relaciona también con la aparición de otras enfermedades inflamatorias (también llamadas “inmunomediadas”). Por ejemplo, se sabe que el 20% de los pacientes con EII desarrollarán también una artritis y que 1 de cada 3 pacientes sufren también inflamación en otros órganos, como la piel, los ojos o el hígado.
CAUSAS DE LA ENFERMEDAD INFLAMATORIA INTESTINAL
No existe una única causa de la EII, sino diferentes factores que, sumados, aumentan las probabilidades de que estas patologías se desarrollen en un individuo concreto. Se ha comprobado que hay al menos tres tipos de factores que afectan a su aparición:
- Los factores genéticos. Es decir, hay personas predispuestas genéticamente a desarrollar esta enfermedad, y las personas con un familiar afectado tienen más riesgo.
- Los factores ambientales. Se ha demostrado que una dieta pobre en fibra y rica en grasas y el tabaquismo influyen en la aparición de la EII.
- La microbiota intestinal (o flora intestinal). La composición en el tipo de bacterias que forman la microbiota de cada persona también tiene influencia. En general, se considera que una microbiota pobre o debilitada favorece la aparición de la Enfermedad Inflamatoria Intestinal.
La Enfermedad Inflamatoria Intestinal se da principalmente en zonas urbanas, afecta por igual a cualquier grupo étnico o sexo y puede aparecer a cualquier edad, aunque es más habitual antes de los 30 años. No obstante, la tendencia es que el número de casos diagnosticados vaya aumentando, y además se ha duplicado en los niños menores de 10 años desde 1996.
SÍNTOMAS DE LA ENFERMEDAD INFLAMATORIA INTESTINAL
Los síntomas más habituales incluyen:
- Dolor abdominal.
- Sangre en las heces.
- Pérdida de peso.
- Pérdida del apetito.
- En ocasiones, fiebre.
Algunos pacientes, además, desarrollan complicaciones de su Enfermedad Inflamatoria Intestinal:
- Obstrucción intestinal. En las zonas muy afectadas del intestino, se puede producir un engrosamiento que dificulta o imposibilita el paso del contenido digestivo. En estos casos, es necesaria una cirugía para extirpar la parte más afectada.
- Desnutrición. A causa de la incapacidad para absorber todos los nutrientes que necesita el cuerpo.
- Úlceras. Aparición de llagas abiertas que en ocasiones pueden requerir cirugía.
- Perforación del colon. Una inflamación rápida del intestino grueso puede originar una úlcera perforada, que necesitará cirugía urgente para su reparación.
- Fístulas. Son comunicaciones como pequeños “túneles” entre el tubo digestivo y otra zona de la anatomía. Son más frecuentes en la zona del ano o alrededores.
- Fisura anal. Es un pequeño desgarro en la zona del ano ocasionado por la inflamación y los movimientos intestinales dolorosos.
TRATAMIENTOS DE LA EII
Tanto la Enfermedad de Crohn como la Colitis Ulcerosa son crónicas, es decir, una vez se han desarrollado, permanecen durante toda la vida. Los tratamientos disponibles, por tanto, se centran en controlar los síntomas y retrasar el desarrollo de la enfermedad. Es importante el abordaje multidisciplinario de la enfermedad, optimizando el tratamiento para poder obtener los mejores resultados.
Los tratamientos utilizados actualmente en la EII incluyen:
- Cambios en el estilo de vida, que pueden reducir los síntomas y mejorar la calidad de vida del paciente: dieta, ejercicio, terapia psicológica, técnicas de relajación…
- Alimentación enteral, es decir, a través de una sonda, que favorece una mejor nutrición y una reducción de los síntomas en las personas muy afectadas. Es más común en niños, ya que su nutrición es más crítica para su desarrollo y crecimiento.
- Antiinflamatorios (AINEs) y corticoesteroides, que reducen la inflamación.
- Inmunosupresores, que actúan sobre el funcionamiento del sistema inmunitario.
- Antibióticos y probióticos, para modificar la composición de la microbiota intestinal.
- Terapia biológica, que son un grupo de fármacos de origen biológico que actúan de forma específica sobre diferentes dianas relacionadas con el mecanismo inmunitario de la inflamación (TNF, interluquinas, integrinas…)
- Cirugía. Aunque se intenta evitar llegar a ella, en ocasiones es necesario acceder quirúrgicamente a la zona intestinal afectada para eliminar una zona del intestino ulcerada u obstruida, o bien para abordar el tratamiento de una fístula.
La Enfermedad Inflamatoria Intestinal puede llegar a ser muy incapacitante, por lo que su conocimiento y la investigación son muy importantes para aprender a prevenir sus síntomas más graves y desarrollar tratamientos cada vez más eficaces y seguros.