Los anticoagulantes podrían ayudar a aumentar la supervivencia de los pacientes afectados gravemente por el nuevo coronavirus, de acuerdo con una investigación realizada por un grupo interdisciplinario de médicos pertenecientes al sistema hospitalario de Nueva York, considerado el foco de la pandemia en el mundo.

El estudio, publicado en Journal of the American College of Cardiology, es el resultado de revisar las historias clínicas de 2.733 casos de coronavirus hospitalizados en dicha ciudad y que forman parte de la abundante base de datos sobre los efectos de los tratamientos que se han aplicado de manera urgente ante la falta de alternativas terapéuticas para tratar la enfermedad en pacientes graves.

Los resultados del trabajo demostraron que la tercera parte de los pacientes que recibieron anticoagulantes como parte del tratamiento tuvieron mayor sobrevida de forma significativa al compararse con quienes no lo recibieron.

De hecho, el 63 por ciento de quienes no recibieron estos medicamentos fallecieron en comparación con solo el 29 por ciento de quienes sí tomaron esta terapia.

De igual forma, se encontró que entre los pacientes que no estaban conectados a ventiladores y que fueron tratados con anticoagulantes, si bien murieron en proporciones similares a quienes no los recibieron, lograron vivir más días que los otros (21 versus 14), lo que llamó la atención de los investigadores.

A lo anterior se suma el hecho que quienes recibieron los anticoagulantes no tuvieron diferencias significativas sobre los efectos secundarios severos que normalmente tienen estos medicamentos, lo que los proyecta como un elemento seguro.

Con base en lo anterior, algunos de los autores del artículo decidieron cambiar los protocolos e incluir estos medicamentos como parte de los tratamientos.

El cardiólogo Valentín Fuster, en diálogo con el ‘Washington Post’, manifestó que el sistema hospitalario de Nueva York cambió sus protocolos de tratamiento hace varios días para comenzar a administrar a los pacientes con covid-19 dosis más altas de anticoagulantes.

A ese mismo medio, Deepak Dhatt, cardiólogo intervencionista y profesor de la Universidad de Harvard, calificó la investigación como “muy importante” en razón a que ahora se conoce más sobre los efectos del virus sobre la sangre. “Ahora debemos pensar en qué hacer en términos de tratamientos con esta información”, indicó.

El jefe de cirugía vascular de Michigan Medicine, Thomas W. Wakefield, explicó que la heparina (anticoagulante) posiblemente tiene unos mecanismos que bloquean la entrada del virus a las células y también puede disminuir los efectos de la cascada inflamatoria que se manifiesta en pacientes con la infección grave.

Este hallazgo abre una ventana de esperanza para el tratamiento de pacientes graves con covid-19 y según algunas organizaciones científicas hay que continuar las investigaciones. Mientras, se sugiere tomar estos resultados con prudencia.

Por ejemplo, la Sociedad Internacional de Trombosis y Hemostasia lo mismo que la Sociedad Estadounidense de Hematología, tal como reseña el ‘Washington Post’, ya recomiendan el uso de anticoagulantes para algunos pacientes de esta enfermedad en unas guías que acaban de actualizar.

«Esta es la primera vez que vemos datos que indican que las dosis más altas de anticoagulantes pueden ser efectivas y seguras», señaló Geoffrey Barnes, profesor de medicina cardiovascular de la Universidad de Michigan, al Post. Mientras, Mitchell Elkind, presidente electo de la Asociación Americana del Corazón, calificó el estudio como alentador, pero pidió precaución pues en medio de esta crisis nadie se puede adelantar a la evidencia.

Varios estudios han relacionado la enfermedad que causa el coronavirus con efectos que aumentan la coagulación intravascular que acompaña la fase crítica. De hecho, el New England Journal of Medicine hace algunas semanas publicó una investigación sobre cinco casos de personas jóvenes afectadas por la covid-19 que sufrieron accidentes cerebrovasculares, por lo que se sugirió el aumento de los trombos como una reacción directa al virus.

Otro estudio, basado en las autopsias de pacientes que murieron por este mal en Italia, encontró coagulación intravascular diseminada en varios de ellos, lo que planteó una hipótesis similar.

Otros análisis hicieron inferencias de complicaciones trombóticas en pacientes infectados incluidos algunos sobrevivientes que desarrollaron coágulos dentro de sus vasos en medio de su enfermedad. Un metaanálisis también identificó un bajo número de plaquetas, estadísticamente significativo, en pacientes con enfermedad severa.

Tomado de El Tiempo de Bogotá