A medida que los signos y síntomas se exacerban y desaparecen, tú y el médico pueden descubrir que necesitas cambiar de medicamentos o dosis.
El tratamiento del lupus depende de los signos y síntomas. Para determinar si los signos y síntomas deben tratarse y qué medicamentos usar, se necesita una conversación minuciosa con el médico acerca de los riesgos y beneficios.
Los medicamentos que se usan con mayor frecuencia para controlar el lupus incluyen los siguientes:
- Medicamentos antiinflamatorios no esteroides (AINE).Los AINE de venta libre, como el naproxeno sódico (Aleve) y el ibuprofeno (Advil, Motrin IB u otros), pueden usarse para tratar el dolor, la inflamación y la fiebre asociados con el lupus. Los AINE más potentes se venden bajo receta médica. Algunos efectos secundarios de los AINE son sangrado estomacal, problemas de riñón y mayor riesgo de problemas cardíacos.
- Medicamentos antipalúdicos.Algunos medicamentos que se usan frecuentemente para tratar la malaria, como la hidroxicloroquina (Plaquenil), afectan el sistema inmunitario y pueden ayudar a disminuir el riesgo de que se presenten exacerbaciones de lupus. Los efectos secundarios consisten en malestar estomacal y, en muy raras ocasiones, daño en la retina del ojo. Se recomienda someterse a exámenes de la vista periódicos mientras se toman estos medicamentos.
- La prednisona y otros tipos de corticoesteroides pueden contrarrestar la inflamación causada por el lupus. Se suelen utilizar dosis altas de esteroides, como la metilprednisolona (A-Methapred, Medrol), para controlar enfermedades graves que comprometen los riñones y el cerebro. Los efectos secundarios comprenden aumento de peso, tendencia a la formación de hematomas, debilitamiento de los huesos (osteoporosis), presión arterial alta, diabetes y mayor riesgo de contraer infecciones. El riesgo de sufrir efectos secundarios aumenta cuando se aumentan las dosis y la duración de la terapia.
- Los medicamentos que inhiben el sistema inmunitario pueden ser útiles en los casos graves de lupus. Algunos ejemplos son la azatioprina (Imuran, Azasan), el micofenolato de mofetilo (CellCept) y el metotrexato (Trexall). Algunos posibles efectos secundarios son mayor riesgo de infecciones, daño hepático, disminución de la fertilidad y mayor riesgo de padecer cáncer.
- Biológicos.El belimumab (Benlysta), un tipo diferente de medicamento que se administra por vía intravenosa, también reduce los síntomas del lupus en algunas personas. Los efectos secundarios comprenden náuseas, diarrea e infecciones. En raras ocasiones, puede producirse un empeoramiento de la depresión.
- El rituximab (Rituxan) puede ser beneficioso en casos de lupus resistente. Los efectos secundarios comprenden reacción alérgica a la infusión intravenosa e infecciones.
Medicina alternativa
A veces, las personas que padecen lupus recurren a la medicina alternativa o complementaria. Sin embargo, no existe ninguna terapia alternativa que haya demostrado alterar el curso del lupus, aunque es posible que algunas ayuden a aliviar los síntomas de la enfermedad.
Analiza estos tratamientos con tu médico antes de iniciarlos por tu cuenta. El médico puede ayudarte a sopesar los riesgos y beneficios, y decirte si los tratamientos interferirán de manera adversa en tus medicamentos actuales contra el lupus.
Los tratamientos complementarios y alternativos contra el lupus comprenden los siguientes:
- Deshidroepiandrosterona. Los suplementos que contienen esta hormona pueden ayudar a aliviar la fatiga y el dolor muscular. Puede ocasionar acné en las mujeres.
- Aceite de pescado. Los suplementos de aceite de pescado contienen ácidos grasos omega-3 que pueden ser beneficiosos para las personas con lupus. Los estudios preliminares parecen ser prometedores, pero es necesario continuar investigando. Algunos de los efectos secundarios de los suplementos de aceite de pescado pueden ser náuseas, eructos y sabor a pescado en la boca.
- Acupuntura. En esta terapia, se utilizan agujas delgadas que se introducen justo debajo de la piel. Puede ayudar a aliviar el dolor muscular asociado con el lupus.
Tomado de Clínica Mayo