En todo el mundo, la pandemia del coronavirus está generando nuevas situaciones y retos que deben afrontar los padres con hijos pequeños en su relación, funcionamiento y convivencia, en una situación de alerta global. Una experta en crisis explica cómo mantener la armonía en el núcleo familiar
Restricciones de movimientos, obligación de quedarse en casa, imposibilidad de mantener la rutina habitual, la necesidad de desarrollar actividades a distancia como teletrabajar o teleestudiar, limitación en los desplazamientos…
Son algunas de las situaciones, muchas de ellas nuevas y a menudo claustrofóbicas, a las que abocan a las familias las medidas restrictivas tomadas en distintos países para intentar impedir el avance del Coronavirus COVID-19.
La asesora y formadora Sandra Marín, especializada en la gestión de crisis y en cómo afrontar situaciones clave en entornos personales, familiares y empresariales, comparte una serie de claves prácticas para los padres puedan relacionarse mejor con sus hijos pequeños y la familia pueda funcionar con armonía en esta nueva realidad.
Tengo que teletrabajar y mi hijo me interrumpe
Consejo: “Ante todo, paciencia y comprensión. Es fundamental tener siempre presente que nuestros hijos son niños, ya que a veces lo olvidamos”, señala Sandra Marín.
“Intenta hacer tus tareas más sencillas en los periodos en los que sabes que los niños están más activos y podrían interrumpirte, para que no afecte a tu productividad.
Y los temas que requieran de mayor concentración hazlos en los espacios de tiempo en que los pequeños están más inactivos o entretenidos”, sugiere.
No sé cómo explicarles a mis hijos lo que sucede
Solución: Marín aconseja darles explicaciones con naturalidad, adaptando nuestro lenguaje al del pequeño, usando dibujos, cuentos o metáforas que hagan más sencilla su comprensión.
“Ensaya tu comunicación antes de afrontar la situación. Ten en cuenta que ellos van a poder contrastar en mayor o menor medida, lo que les cuentes… por lo que debes ser sincero y sensible en lo que les expreses”, señala.
Mi hijo tiene miedo del coronavirus y no puedo calmarlo
Solución: “Pregúntale qué es lo que sabe acerca del virus, luego pregúntale que dudas o miedos tiene y habla con tu hijo sobre esos temas. Encuentra momentos durante el día para hacerlo, sin que ello se convierta en un monotema, para que así podamos disminuir su ansiedad o su nerviosismo”, recomienda Marín.
Explica que el objetivo de esas conversaciones, además de darles confianza, seguridad e información a nuestros hijos, también debería consistir en desviar el foco de la conversación hacia aspectos más constructivos como: “Aquello que podemos hacer para protegernos o indicar claramente los hábitos que tienen que mantener”.
¿Qué hago cuando mi hijo quiere jugar todo el día?
Consejo: Marin recomienda a los padres que establezcan rutinas desde el primer día, y que lo hagan de una manera clara y motivadora, y lo más parecida a la que tenía antes de la crisis.
“Hay que plantear a los niños horarios y tareas en las que deben trabajar y dejarles espacios para el ocio y para compartir en familia. Los hábitos si se instauran desde el primer día se integran mejor en los pequeños”, apunta esta orientadora.
Mis hijos quieren salir a ver a sus abuelos
Consejo: Marín sugiere a los padres que aprovechen todas las herramientas y recursos que la tecnología pone a nuestro alcance en nuestro día a día, como el teléfono, Skype, las videollamadas o la ‘app’, FaceTime, para comunicarte con los familiares.
“Sería ideal que los niños pudieran tener contacto diario con sus seres queridos o sus amiguitos a través de dichos medios tecnológicos, e intentar que sus conversación estén centradas en temas triviales y positivos”, recomienda.
¿Cómo gestionar mis reacciones cuando los niños no hacen caso?
Consejo: “Primero de todo, hay que entender que esas reacciones infantiles son naturales y más en un contexto de cuarentena o confinamiento domiciliario y compaginándolo con teletrabajo de sus padres, en el mejor de los casos”, señala.
El consejo de Marín para los padres es “tratar de entender que hay determinadas cosas o situaciones que siempre van a escapar a nuestro control, aunque pongamos mucho foco en controlarlas, entre ellas cualquier reacción de un tercero, como por ejemplo cuando los niños no quieren escuchar o se ponen rebeldes”.
Y cuando sientas que vas a perder el control repítete a ti mismo: “Son niños, para ellos también es difícil la situación; lo único que quieren es llamar mi atención o que les dedique más tiempo”, apunta.
Fuente: EFEsalud