Los niños pequeños con Síndrome de Down pueden presentar un menor desarrollo en los músculos de la boca y la lengua. Hecho que se traduce en una serie de dificultades a la hora de comer o hablar y que hace que el desarrollo de estas acciones sea más lento.

Una situación que no ha pasado desapercibida para una recién graduada de la Universidad de Purdue que, como parte de su tesis final, ha desarrollado un mordedor especial que ayuda a fortalecer los músculos de la boca y de la lengua.

La creadora, Hannah Ferrill, explica que algunos niños con Síndrome de Down nacen con bajo tono muscular en boca y lengua y que esta última puede llegar a salir por la boca lo que dificulta acciones tan cotidianas como comer y hablar.

“La idea es hacer que los niños mastiquen y muerdan para fortalecer los músculos de la boca y de la lengua”, señala indicando que se trata de un buen ejercicio.

“La idea es hacer que los niños mastiquen y muerdan para fortalecer los músculos de la boca y de la lengua”

El mordedor tiene forma de oso de peluche y cuenta con dos almohadillas que simulan ser sus orejas. Dentro de estas hay incluidos una serie de mecanismos, totalmente inofensivos y que no reportan ningún tipo de peligro para el pequeño, que producen música y luces. Un sistema destinado a despertar la atención del niño.

“A los niños con Síndrome de Down les gustan mucho las cosas que despiertan sus capacidades sensoriales como la luz, la vibración, el ruido o el sonido por lo que este juguete les resulta muy atrayente”.

El mordedor cuenta con una parte hecha con un gel de silicona que puede meterse en el congelador para que se enfríe (se mantiene maleable) y ayudar a calmar los dolores provocados en los pequeños por la dentición.

Este mordedor es actualmente una patente ya que Ferrill se encuentra buscando un fabricante que respalda su proyecto, actualmente financiado por la organización Down Syndrome Indiana.